Sabemos que el día a día del negocio nos arrastra, impidiendo encontrar un momento para frenar, repensar y volver a la acccion con mayor perspectiva. Ofrecemos un espacio para “parar la pelota” y poder contrastar los hechos, supuestos y soluciones con el resto del grupo.
Al ser un programa sistemático los integrantes se ven impulsados a tomar acción sobre aquellas cuestiones que se trataron. En cierta forma, cada integrante cuenta con la posibilidad de poder “rendir cuentas” al grupo acerca de cómo le fue con aquello que se trabajó. En otras palabras, actúa como una forma de autodisciplina ante la ausencia de un jefe.
Muchas de las decisiones parecen más difíciles porque el planteo no está claro en la cabeza de uno. Muchas de estas “nubes” se disuelven al contarles a otros el problema, además de que surgen nuevas perspectivas que se encontraban fuera nuestro propio radar.
Ayuda a entender las cuestiones del comportamiento humano que intervienen en el funcionamiento de la empresa. Nos permite reconocer y comprender el estilo de conducción y poder real que cada uno tiene, y visualizar aquello que debemos cambiar para aumentar nuestra potencia directiva.
El programa es un proceso de aprendizaje acelerado, práctico y continuo. Destraba cuestiones que pueden permanecer en el mismo estado durante largo tiempo. Posibilita y acelera el crecimiento, sacando a la luz los puntos ciegos de cada uno e incorporando verdadero know-how.
Al tener la posibilidad de compartir las decisiones, el grupo actúa como una red de contención sobre cuestiones difíciles de afrontar. Con el correr de las sesiones, cada integrante comienza a experimentar una clara sensación de que “ya no está solo en esto".